Cómo surgieron los guetos gitanos

La segregación de los gitanos es un hecho en muchas ciudades de la República Checa. Los guetos habitados por gitanos están separados de los barrios de la población mayoritaria.En los próximos minutos trataremos de responder cómo surgieron los guetos.

Casi todos los gitanos checos fueron exterminados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. De los 6500 gitanos checos que había registrados en 1940, tan sólo unos 800 sobrevivieron. Los gitanos que viven ahora en la República Checa proceden de la vecina Eslovaquia donde sus comunidades habían vivido en asentamientos que carecían de agua corriente, electricidad y alcantarrillado y donde imperaban desastrosas condiciones higiénicas. Tales asentamientos gitanos siguen existiendo todavía en Eslovaquia Oriental.

La migración de gitanos de Eslovaquia rumbo a las tierras checas se produjo en tres olas. Los primeros gitanos eslovacos se trasladaron a las regiones fronterizas checas inmediatamente después del fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, con la ilusión de mejorar sus condiciones sociales. Poblaban las regiones que habían quedado desiertas tras la expulsión de los sudetoalemanes.

La segunda ola de la migración gitana rumbo a las tierras checas tuvo lugar en los años 50, cuando eran reclutados obreros para trabajar en las zonas industriales de Ostrava, Most y Kladno. Por ejemplo, la familia Ferenc llegó a la ciudad checa de Karviná, centro de extracción de carbón, procedente del nordeste de Eslovaquia. El matrimonio Ferenc no sabía ni leer ni escribir. El padre encontró trabajo como cavador de zanjas, la madre trabajó como moza de limpieza en un bar. Con siete hijos y una hija vivían en una casita del antiguo barrio minero.

La familia gitana de los Ferenc, que se había mudado voluntariamente a las tierras checas, ha sabido integrarse. Milan Ferenc, el mayor de los siete hermanos, es hoy en día una figura respetada en Karviná. En la familia Ferenc hay ahora hasta un ingeniero.

Mientras que las primeras dos olas de la migración gitana a las tierras checas fueron, en esencia, espontáenas, la tercera fue organizada e impuesta por los órganos estatales del régimen comunista. Un decreto gubernamental de 1965 ordenó el desmantelamiento de los asentamientos gitanos y el traslado organizado de los gitanos eslovacos a los distritos checos donde hubiese una baja concentración de esta etnia. Los municipios checos encargados de acoger a los gitanos trasladados, tenían la obligación de proporcionarles alojamiento y empleo.

Las familias gitanas eran trasladadas frecuentemente contra su voluntad. Según la historiadora Anna Jurová, en 1967 fueron trasladadas desde Eslovaquia a las tierras checas 3200 personas, pero un millar regresaría ese mismo año a su tierra de origen.

Para impedir tales retornos a Eslovaquia, las autoridades comunistas inventaron una salvajada: a los gitanos que debían mudarse a las tierras checas les incendiaban, ante sus propios ojos, sus toscas moradas en los asentamientos y, para mayor contundencia, la parcela cubierta de escombros carbonizados era todavía arrasada por un buldozer.

Los gitanos forzosamente trasladados sufrieron un choque cultural. Las familias que hasta entonces habían vivido en barracas con suelo de tierra batida, donde no había agua corriente, retrete, electricidad ni gas, y no estaban habituadas a pagar alquiler, se veían de repente trasladadas a viviendas urbanas que no sabían utilizar.

Los gitanos resolvieron este inconveniente a su manera, vendiendo las cosas que consideraban inútiles, como la grifería del baño o la cocina de gas.En la puerta del apartamento hacían un agujero para que pudiera salir a pasear el perro, las familias vecinas quitaron las paredes divisorias para estar juntas. En una urbanización, los gitanos Olach que hasta 1959 habían practicado la vida nómada, solían sacar de los apartamentos edredones, mantas y almohadas, y si el clima lo permitía, dormían al raso en el césped frente a la casa de apartamentos.

Este comportamiento, extraño para la población mayoritaria, se debía a la claustrofobia. Los inquilinos gitanos tenían también la sensación de que la casa de varios pisos podía desplomarse a cada instante.

Cuando se hizo evidente que la concentración de gitanos en las urbanizaciones de casas prefabricadas no era la mejor solución, los ingenieros sociales llegaron con otro experimento. En las nuevas urbanizaciones alojaban en cada bloque de apartamentos, en la planta baja, a una familia gitana para que asimilara de los inquilinos no gitanos los hábitos de la civilización.

Los ingenieros sociales no habían previsto que las familias gitanas tratarían de salir de su aislamiento impuesto. En sus apartamentos se concentraba numerosa parentela y los demás inquilinos se quejaban del incesante ajetreo y bullicio. El experimento tampoco dio buenos resultados.

Al régimen comunista no se le puede negar el interés por solucionar el problema de la vivienda para la población gitana. Sin embargo, las soluciones adoptadas no respetaban la idiosincrasia de la etnia gitana y las medidas eran impuestas con mano férrea y métodos represivos. Con su política practicada hacia la minoría gitana, el régimen comunista socavó en la extinta Checoslovaquia las tradicionales normas sociales y las relaciones familiares de los gitanos.

La población gitana empezó a depender por completo del Estado. Tal política contribuía a deteriorar las relaciones entre la comunidad gitana y la población mayoritaria, que tenía la sensación de que los gitanos vivían a expensas de los checos.

Después de 1989, al comenzar en la República Checa la transformación económica, el Estado se desentendió durante largos años de los problemas de la minoría gitana, cuya situación socioeconómica se ha deteriorado. Ellos eran los primeros en perder el empleo al iniciarse la ola de despidos, y como desempleados no podían pagar el alquiler de sus viviendas.

La mayoría de las ciudades checas ha tratado y trata de trasladar a los inquilinos morosos fuera del centro, alojándolos en viviendas destartaladas que carecen del estándar habitual de una vivienda urbana. De esta manera surgen nuevos guetos de personas con escasos recursos.La creación de guetos gitanos es una solución ficticia porque así surgen semilleros de alcoholismo, drogadicción y delincuencia.

Sin embargo, hay también ciudades checas cuyos ayuntamientos piensan que segregar a los gitanos en guetos es un error. La histórica ciudad de Ceský Krumlov, en Bohemia del Sur, es considerada como un ejemplo de la covivencia entre la comunidad gitana y la población mayoritaria. Los gitanos viven, en su mayoría, en casas recién reformadas de los suburbios.

El ayuntamiento de Ceský Krumlov encarga a una firma local la ejecución de obras públicas, con lo que ayuda a los gitanos a encontrar trabajo.Éstos pueden pagar el alquiler y no corren el peligro de acabar en un gueto.