Ciudadano Havel muestra el lado humano del ex presidente

Foto: http://citizenvh.cz

Sin la presencia de su protagonista, que continúa hospitalizado, fue estrenado este miércoles el documental Ciudadano Havel, que sigue de cerca la trayectoria del ex mandatario checo y muestra su lado más humano.

Ciudadano Havel
El documental no pretende glorificar a Havel, que se convirtió en símbolo de la transición del comunismo a la democracia tras la caída del totalitarismo en Checoslovaquia en 1989, sino mostrarlo como un hombre de carne y hueso, y entrar tras bastidores de la alta política.

Havel dio libertad absoluta al director Pavel Koutecký para rodar escenas de su vida cotidiana, lo que el cineasta aprovechó para plasmar desde 1992, durante 13 años, los eventos más importantes vinculados tanto con su trayectoria profesional como con su vida personal.

Václav Havel se perdió el estreno de su película porque continúa hospitalizado debido a una arritmia cardiaca, pero en declaraciones anteriores, publicadas en la página web de la película, expresó que la presencia de los cineastas en su diario vivir fue inspirante para él.

Sin embargo, Pavel Koutecký no logró llevar a cabo el proyecto, ya que falleció en abril de 2006. Después de su muerte, Miroslav Janek se encargó de finalizar la película y aprovechar la enorme cantidad de rollos fílmicos rodados por Koutecký.

“Tuve a disposición unas 70 horas de imágenes y otras 50 de sonido. Es decir, un total de 120 horas que debimos repasar con la montadora Tonička Janková. Recién tras explorar detalladamente todo el material, empecé a sentir más o menos por qué ruta debería encaminarse la película”, indicó el director.

Foto: http://citizenvh.cz
El documental pone en evidencia de manera espontánea la forma de actuar de Havel, su nerviosismo y cierta timidez durante los preparativos para su presentación en el cargo tras las elecciones presidenciales en 1992. “Ellos me dirán que he sido elegido presidente, ¿y yo qué les contesto? ¿Gracias por la información?”, pregunta inseguro Havel en una de las escenas del documental.

Por otra parte, son muchos los momentos que demuestran el buen sentido de humor del ex mandatario, como por ejemplo cuando intenta tocar el saxo que iba a regalar a Bill Clinton durante su visita a Praga, pero no es capaz de sacar ni un solo tono del instrumento. “Es una chapuza”, ríe Havel.

El filme no hace preguntas ni da respuestas, nada más intenta captar y mostrar fielmente al carismático ex disidente que pasó a ser presidente del país.

Autor: Roman Casado
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