Cámara Baja aprobó la controvertida ley sobre la radio y la televisión
La Cámara Baja de la República Checa pasó por alto el veto del presidente Václav Havel y aprobó por segunda vez la polémica Ley sobre la Radio y la Televisión.
El presidente Havel se negó a firmar la ley sobre la radio y la televisión porque ésta supone la renovación automática de licencias a sus actuales titulares. Ello significa que en el mercado no podrán entrar nuevos operadores.
La normativa, aprobada por legisladores del Partido Cívico Democrático, de la gubernamental socialdemocracia y del Partido Comunista estipula que tras pagar 200 millones de coronas, equivalentes a 5 millones de dólares, las televisiones Nova y Prima verán prolongadas sus licencias por 12 años. Las licencias de los actuales operadores de radio privados se prolongarán por 8 años.
La renovación automática de las licencias es rechazada rotundamente también por el ministro de Cultura, Pavel Dostál ... "...porque perpetúa el monopolio de las actuales televisiones privadas Nova y Prima y ello hace que tan sólo unos elegidos puedan operar en este campo. Para mí esto es inadmisible," enfatiza Pavel Dostál.
La nueva ley permite también en determinadas condiciones que el dueño de un canal de televisión de cobertura nacional sea simultáneamente propietario de un periódico. La ley aumenta además el tiempo de antena para la publicidad en las televisiones privadas del 10 al 15 por ciento.
Según la nueva normativa, las televisiones deben incluir en sus emisiones el 50 por ciento de programas producidos en Europa y la televisión pública tiene la obligación de transmitir el 70 por ciento de sus programas con subtítulos para los deficientes auditivos.
La nueva ley permitirá que la República Checa cierre otro de los capítulos en las negociaciones sobre el ingreso en la Unión Europea. No queda descartado, sin embargo, que la recurran ante el Tribunal Constitucional algunos senadores opositores quiénes opinan que la ley vulnera los principios de la libre competencia.