Amores y desamores literarios en Chequia

La escritora, traductora y periodista checa, Monica Zgustová, que desde los años ochenta reside en Barcelona e imparte conferencias en diferentes universidades de España, editó el mes pasado tres relatos titulados "Grave cantabile". Aprovechando el estreno checo de su nuevo libro, Monica Zgustová concedió una entrevista al semanario Respekt en la que reflexiona sobre el papel de la emigración en el mundo contemporáneo, Cataluña y la acogida de la literatura moderna checa en España.

En la parte final de su entrevista para el semanario Respekt, Monica Zgustová lamenta el hecho de que algunos sectores de críticos literarios y de lectores checos consideren casi como una moda mantener reservas respecto a la indiscutible fama mundial de su compatriota Milan Kundera, autor de la "La insoportable levedad del ser", "La inmortalidad", "La lentitud", "La ignorancia", "La vida está en otra parte" y de otras novelas. "A veces tengo la sensación de que algunos círculos en Chequia consideran la relación positiva con la obra de Kundera como un traspiés. Debido a esta extraña ignoracia sucede, por ejemplo, que los funerales del también escritor checo, Bohumil Hrabal, transcurrieran sin la asistencia de los políticos relevantes de la República Checa. Es algo inimaginable, por ejemplo, en España o Francia," expresó Monica Zgustová.

Como traductora al español o al catalán de algunas obras de Bohumil Hrabal, Jaroslav Hasek, Karel Capek, Jaroslav Seifert y Václav Havel, Monica Zgustová dispone de suficientes conocimientos para poder comparar las acogidas individuales en Chequia y en España. Las diferencias son evidentes, pero lo mismo vale al revés, y no sólo en el caso de escritores contemporáneos o, digamos, modernos. Por ejemplo, los checos seguramente no leen El Don Quijote de la misma manera que los españoles. Pero este es un hecho obvio en todas las literaturas nacionales.

En el caso del novelista y ensayista Milan Kundera, la situación es bastante diferente. En primer lugar, la indiscutible fama mundial de un escritor no es motivo para que sus compatriotas comulguen con las sensaciones de sus lectores extranjeros. Y en segundo, algunos círculos de lectores checos no son los únicos en tener reservas respecto a Kundera. Por ejemplo, en Francia registramos críticas muy duras contra la última novela del autor, "La ignorancia". En el caso de los lectores checos desempeñan un papel muy importante factores de otra índole.

La mayoría de las novelas de Kundera que incluyen también temática política no le parece a los checos tan genial ni novedosa como a los extranjeros. "La insoportable levedad del ser" puede servirnos de ejemplo elocuente. Con los totalitarismos no se coquetea, si uno tiene involuntariamente la posibilidad de vivirlos 40 años en carne propia. Y en el primer decenio de su carrera literaria, Milan Kundera fue uno de los cicerones de la propaganda comunista. Las desilusiones del antiguo creyente en los paraísos de la clase obrera poco importan a la joven generación. Y precisamente ésta puede ser una de las explicaciones del desamor checo frente a Milan Kundera. De ningún modo se trata de una ingratitud provinciana. Las razones son más profundas.

Autor: Vít Urban
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